Nunca antes habían sufrido cambios tan violentos y repentinos. Sus partes, aburridamente idénticas, fueron sometidas en un solo instante a la tortura del potro más extremaque se pueda imaginar. Una y otra vez, cada molécula, cada fibra, de los zapatos tenis, fue comprimida y luego estirada varias veces respecto a su tamaño original. De pronto el isopreno de la suela recibió un impacto brutal y su entramado polimérico se contrajo a su mínimo volumen. Los 20 huesos y los 30 músculos del pie derecho de Michael se acercaron lo más posible al centro de la Tierra y luego él salió volando.

Pero no fue suficiente. Alejarse de la inconcebible atracción de La
Tierra, requiere mucha más energía. Para eso, para extraerla, en lo que llegaba
la siguiente remesa de oxígeno, billones de billones de glucosas fueron
partidas por la mitad. Los residuos, las moléculas de ácido láctico, se
quedaron agazapadas en los músculos de Mike para recordarle luego, con dolor,
su osadía.
Ágil como una pantera, Michael izó el balón y, sin más, lo proyectó
contra el tablero. Las primeras en recibir el impacto fueron las fibrosas y
entrecruzadas moléculas de colágeno del recubrimiento de cuero. Luego, el
temblor viajó hacia el interior. Las moléculas de poli-isopreno lo sintieron.
Las de nylon, en seguida y las de poli-isobutileno después,
también. Un instante, nada más un instante. Orgullosas moléculas gigantes
formando redes a lo largo y a lo ancho de la esfera, se sintieron aplastadas,
deformadas y -¿por qué no decirlo?- deprimidas.
Enseguida esa telaraña molecular recuperó su forma esférica y entonces
regresó. La Tierra la reclamaba a su superficie. Pero demasiado tarde, porque
el balón no cayó por donde había subido, sino que pasó por el lugar en que una
red de átomos metálicos dibujaba una circunferencia en el aire. Demasiado tarde
porque Michael Jordan había permanecido flotando, ya, toda una eternidad. Y
demasiado tarde, también, porque un momento después se podía leer en el
marcador:
Michael Jordan 1
Isaac Newton 0
- Los tenis
La suela de los tenis es de hule, una sustancia natural que se obtiene
de un arbusto (el guayule) y de un árbol (el Hevea brasiliensis).
El hule es un polímero o, mejor dicho, es una sustancia polimérica formada por
largas moléculas con forma de cuerda. La palabra polímero viene de dos palabras
griegas: poli, que significa muchos y mero, que
significa parte. Un polímero es una enorme molécula formada por partes que se
repiten y una sustancia polimérica es aquella cuyas moléculas son polímeros. En
el hule, la parte que se repite es el isopreno: H2C=CH-C(CH3)=CH2.
Las moléculas del hule son, por tanto, moléculas de poli-isopreno. El hule es
un material extraordinario. Se puede estirar hasta diez veces su tamaño sin
romperse, se puede moldear y además es impermeable al aire y al agua.
- La respiración

El glucógeno es un polímero que se encuentra en el interior de nuestros
cuerpos. Sus moléculas son largas y ramificadas cadenas de fragmentos de
glucosa. Estos fragmentos son las partes que se repiten. La glucosa, C6H12O6,
al igual que cualquier otro azúcar o carbohidrato, se usa como combustible para
proporcionar energía al organismo, mediante una reacción química en la que se
combina con el oxígeno que respiramos:
C6H12O6 + 6O2 ------
6CO2 + 6H2O + energía
Una reacción química es un proceso en el que unas sustancias se
transforman en otras. Cuando las nuevas sustancias (los productos) tienen menor
contenido energético que las originales (los reactivos) sobra una cierta
cantidad de energía. La combustión es un ejemplo de este tipo: sustancias con
alto contenido energético (los combustibles) que, al combinarse con el oxígeno,
se transforman en sustancias con bajo contenido energético (agua y bióxido de
carbono). La energía sobrante se libera en forma de luz y calor.
- Los músculos
Cuando el oxígeno que respiramos no alcanza para generar la cantidad de
energía suficiente (mientras realizamos grandes esfuerzos físicos, por
ejemplo), las células musculares se ven obligadas a usar una reacción
completamente diferente que consiste en romper a la mitad cada molécula de
glucosa en dos moléculas de ácido láctico:
C6H12O6 ------ 2C3H6O3 +
energía
Este proceso, conocido como respiración anaeróbica, proporciona menos
energía por cada molécula de glucosa comparado con el de la respiración
aeróbica donde participa el oxígeno. El ácido láctico que queda en los músculos
como residuo de la respiración anaeróbica produce dolor al cabo de unas horas,
las famosas "agujetas" que todos hemos sentido después de realizar
algún esfuerzo al que no estamos acostumbrados.
- El balón
1. Se construye una
especie de bolsa esférica hecha de hule sintético, compuesto principalmente de
isobutileno, (CH3)C=CH2, y un poco de isopreno (cerca de
2 %).
2. La bolsa de hule se
envuelve con varios miles de metros de cuerda hecha de nylon, un
polímero totalmente sintético que se prepara a partir de hexametilén-diamina y
ácido adípico.
3. El balón que queda
se cubre con otra capa de hule (puede ser natural, sintético o una mezcla de
ambos) y luego se vulcaniza, dándole así su apariencia final. La vulcanización
es una reacción química entre el hule y el azufre que produce entrecruzamientos
al unir entre sí las largas cadenas del polímero, y es lo que da al hule su
gran fuerza y elasticidad, y permite el "bote" del balón.
4. A los balones de
lujo se les pega además una elegante superficie de piel. El curtido de pieles
da un resultado análogo al de la vulcanización. El cuero crudo se convierte en
piel curtida cuando se establecen uniones entre sus largas y fibrosas
macromoléculas de proteína (llamadas colágeno). El curtido de pieles involucra
también una transformación química.
- El desayuno de Jordan
Para obtener la máxima energía durante el juego, Michael Jordan
desayunó spaghetti. Este sabroso alimento contiene almidón, el cual
es un polisacárido, muy similar al glucógeno, que se descompone fácilmente en
las pequeñas moléculas de glucosa. Estas moléculas son de un alto contenido
energético porque fácilmente pueden reaccionar y convertirse en sustancias muy
estables como el dióxido de carbono y el agua. Contrariamente a lo que se cree,
la energía se libera, no mientras se rompen los enlaces de la glucosa, sino
cuando se forman los enlaces del dióxido de carbono y el agua.
- Newton
Todos los cuerpos se atraen entre sí con una fuerza que es directamente
proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado
de la distancia que los separa. Esta es una ley de la naturaleza, la
ley de la gravitación universal, y fue descubierta por uno de los más
grandes genios de la humanidad: Sir Isaac Newton.
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